El turismo de lujo se
encuentra hoy más que nunca en proceso de cambio. Los viajes ostentosos han
dado paso a una oferta más especializada en la que el valor diferenciador se
encuentra en los pequeños detalles.
El nuevo turista de
lujo tiene entre 33 y 45 años, procede de los mercados emergentes y busca
nuevas experiencias en sus vacaciones. Además, demanda un servicio
personalizado y una relación ajustada entre precio y calidad de los servicios
recibidos.
Según los datos
ofrecidos por la cadena hotelera de lujo Condé Nast Johansens, los hábitos y
costumbres de este tipo de turistas están en proceso de cambio por lo que el
sector debe adaptarse a esta nueva realidad para seguir siendo competitivo.
Estos clientes prestan
especial atención a los detalles, quieren una oferta culinaria de calidad y
buscan adentrarse en la cultura y tradición del lugar que visitan. El sector de
hoteleros y viajes de lujo en España se nutre mayoritariamente de turistas
procedentes de Reino Unido, Alemania y Francia. Ahora se espera la llega de
visitantes procedentes de potencias emergentes como China, Brasil y Rusia.