El necroturismo o turismo de
cementerios es una modalidad de gran éxito en Europa que está dando sus
primeros pasos en España. Cada vez son más los camposantos de nuestro país que
abren sus puertas a curiosos y visitantes para la realización de rutas
específicas.
Aunque a primera vista puede resultar un poco siniestro, lo cierto es que hay muchas personas que han entendido el cementerio como un elemento arquitectónico de importancia cultural. De hecho, una veintena de cementerios españoles están reconocidos como de interés turístico.
En Europa existe desde hace tiempo una gran tradición en torno al uso de este patrimonio funerario. En este sentido, la Asociación Europea de Cementerios Singulares muestra en su web (http://www.significantcemeteries.org/) una lista con los cementerios más destacados de ciudades como París, Londres, Viena, Praga o Roma.
El Consejo de Europa ha reconocido la Ruta Europea de los Cementerios con la mención de “Itinerario Cultural del Consejo de Europa”. Este tipo de turismo valora los cementerios como espacios urbanos ligados a la historia y la cultura de la ciudad en la que se encuentren. En la ruta, formada por casi 50 ciudades, se han incluido el cementerio municipal de Granada, el de Ciriego en Santander o el de Polloe en San Sebastián.
Los turistas que se decidan a realizar este tipo de rutas podrán visitar las tumbas de personajes destacados como el filósofo Jean-Paul Sartre, el compositor Ludwig Van Beethoven o el pintor Joan Miró. Además de disfrutar de una arquitectura muy variada.
En España comienza a crecer el interés por descubrir los secretos que guardan los camposantos. En Madrid el cementerio de San Isidro ofreció, con motivo de su bicentenario, una visita guiada para conocer el patrimonio artístico, histórico y cultural que atesora. La capital celebró también el pasado mes de julio la I Ruta de Turismo de Cementerios en el cementerio de la Almudena y el Panteón de los Hombres Ilustres, coincidiendo con la Semana Europea de Turismo de cementerios.
El despunte de este tipo de turismo tiene como objetivo difundir el valor cultural de estos recintos y recaudar fondos para atajar los problemas de erosión que sufren muchos de ellos.
Aunque a primera vista puede resultar un poco siniestro, lo cierto es que hay muchas personas que han entendido el cementerio como un elemento arquitectónico de importancia cultural. De hecho, una veintena de cementerios españoles están reconocidos como de interés turístico.
En Europa existe desde hace tiempo una gran tradición en torno al uso de este patrimonio funerario. En este sentido, la Asociación Europea de Cementerios Singulares muestra en su web (http://www.significantcemeteries.org/) una lista con los cementerios más destacados de ciudades como París, Londres, Viena, Praga o Roma.
El Consejo de Europa ha reconocido la Ruta Europea de los Cementerios con la mención de “Itinerario Cultural del Consejo de Europa”. Este tipo de turismo valora los cementerios como espacios urbanos ligados a la historia y la cultura de la ciudad en la que se encuentren. En la ruta, formada por casi 50 ciudades, se han incluido el cementerio municipal de Granada, el de Ciriego en Santander o el de Polloe en San Sebastián.
Los turistas que se decidan a realizar este tipo de rutas podrán visitar las tumbas de personajes destacados como el filósofo Jean-Paul Sartre, el compositor Ludwig Van Beethoven o el pintor Joan Miró. Además de disfrutar de una arquitectura muy variada.
En España comienza a crecer el interés por descubrir los secretos que guardan los camposantos. En Madrid el cementerio de San Isidro ofreció, con motivo de su bicentenario, una visita guiada para conocer el patrimonio artístico, histórico y cultural que atesora. La capital celebró también el pasado mes de julio la I Ruta de Turismo de Cementerios en el cementerio de la Almudena y el Panteón de los Hombres Ilustres, coincidiendo con la Semana Europea de Turismo de cementerios.
El despunte de este tipo de turismo tiene como objetivo difundir el valor cultural de estos recintos y recaudar fondos para atajar los problemas de erosión que sufren muchos de ellos.